lunes, 25 de julio de 2011

Nuevo aniversario de la Fundación de la ciudad de Santiago del Estero

Santiago del Estero, la ciudad más antigua del país, cumple 458 años y aunque ciertas voces pretenden adjudicarle otra fecha y otro fundador, la ciudad se vestirá de fiesta como todos los años para esta ocasión.
¿La fundó Juan Núñez del Prado en 1550 o Francisco de Aguirre en 1553? ¿Su jurisdicción dependía del Perú o de Chile? Según una de las versiones histográficas, Juan Núñez del Prado fundó en 1550, dentro de la jurisdicción del Tucumán, dependiente del Perú, la ciudad "El Barco", en función de una provisión real otorgada por Pedro de La Gasca.
En julio de 1552, la trasladó sobre la margen derecha del río Dulce, entonces llamado "del Estero", donde en febrero de 1553, por orden de Pedro de Valdivia, llegó Francisco de Aguirre, quien se la adueñó para ampliar la jurisdicción chilena al oriente.



Unos meses más tarde, el río del Estero se desbordó y esto obligó a Aguirre a trasladarla; al hacerlo, le cambió el nombre, por más que no habría tenido mandato de fundar, sino de gobernar.
Desde la postura contraria, se argumenta que en todo caso Aguirre pobló su propio pueblo, al que denominó Santiago, en homenaje a la ciudad que había fundado Valdivia junto al río Mapocho, en Chile, y al apóstol patrono de las Españas; y que le agregó "del Estero", en homenaje al río que había desbaratado el último intento fundacional de Núñez de Prado.
Tal gesto fue realizado por Aguirre el 25 de julio de 1553, fecha dada conocer por el historiador Alfredo Gárgaro, a pesar de que en 1952 una comisión especial había dictaminado que "debe tenerse como fundador al insigne capitán don Juan Núñez de Prado y como fecha fundacional la del 24 de junio de 1550".
Para aquella comisión, el traslado, aún con el cambio de nombre, no era un acto fundacional en sentido riguroso.
Sin embargo, en 1953, un dictamen especial de la Academia Nacional de Historia, firmado por los académicos Raúl H. Molina, Enrique Udaondo y Guillermo Furlong, basado en los libros capitulares del 14 de abril de 1774 y en las actas del Cabildo de Santiago del Estero, dictaminó que el fundador era Aguirre y la fecha el 25 de julio de 1553.
Los documentos rubricados por el escribano del Cabildo de Santiago del Estero en 1590, extractados de sus actas capitulares, informaban que en esa fecha Francisco de Aguirre "mudó esta ciudad y le puso por nombre Santiago".
De este modo, la fecha quedó confirmada, treinta y siete años después de los acontecimientos. Santiago del Estero nació así como una ciudad chilena, en oposición a la peruana de "El Barco".
Sin duda, es "Madre de Ciudades" en toda la extensión de la palabra, ya que de ella surgieron todas las capitales vecinas: Catamarca, La Rioja, Córdoba, San Miguel de Tucumán, Salta, Jujuy y otras ciudades del centro y el noroeste argentino.
"La muy noble y leal ciudad", como la llaman en el acta fundacional, se convirtió en el asiento de la primera diócesis erigida por la Iglesia Católica y en el lugar donde san Francisco Solano hizo camino: aun conserva, como un vivo testimonio de su presencia, la casa y la celda del convento donde vivió.
Situada sobre el río Dulce a 1.042 kilómetros de Buenos Aires, ofrece varios lugares dignos de ser conocidos, entre ellos, la primera diócesis, la Catedral, construida en 1876; y el Convento de Santo Domingo, con la Sábana Santa, reliquia única en América.
Fiel reproducción del Santo Sudario, la reliquia es gemela de la de Turín y como ésta refleja la imagen de Jesucristo rescatado de su cruxificción.
Tenida en principio como originaria, las pruebas de carbono 14 determinaron que la imagen se incorporó al lienzo cuando en 1532 las hermanas Clarisas, encargadas de proteger el Santo Sudario, lo colocaron entre dos paños y lo guardaron en un cofre.
En 1578 se encontró que en ellos se había estampado la imagen del Santo Sudario, con una diferencia: en los paños nuevos, la imagen estaba en positivo y en el original, en negativo.
El Papa obsequió una de las copias a los reyes de España, quienes la obsequiaron a Santiago del Estero, por ser la primogénita. Llegó de la mano de los jesuitas y luego de su expulsión, los dominicos se hicieron cargo de la reliquia. Desde esta noche, la vigilia de los dos mil bombos expandirán todas estas tradiciones.
Comenzaron siendo tres, luego cien, más tarde mil, ahora dos mil, hasta que el Libro Guinnes de los récords los incorporó como un fenómeno único: hoy, los bombos de Santiago del Estero constituyen la banda de percusión más grande del mundo.

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