lunes, 24 de mayo de 2010

Bicentenario

Bicentenario:

25 de Mayo de 1810, ¿Golpe de Estado o Revolución Popular?

Hoy 25 de mayo de 2010 se conmemora en nuestro país el bicentenario de la patria, consecuencia de un hecho histórico que cambió el destino de todos los argentinos.

Allí por mayo de 1810, gran parte del continente americano se encontraba bajo el dominio de España.

Particularmente en Buenos Aires, que por ese entonces era la capital del Virreinato del Río de la Plata, una dependencia colonial española, comenzaron a sucederse una serie de acontecimientos revolucionarios con el objetivo de lograr una autonomía política, formándose así la Primera Junta de Gobierno.

Todo comienza un 18 de mayo con la complicada situación en la que se encontraba el virrey Cisneros, quien gobernaba el Virreinato, ya que a la Junta a la cual él respondía se había disuelto y su mandato se vería en absoluta inestabilidad.

Paralelamente a este hecho, se reunían en la casa de Nicolás Rodríguez Peña o en la jabonería de Hipólito Vieytes, en forma secreta un selecto grupo de revolucionarios encabezado por Juan José Castelli, seguido por Manuel Belgrano, Juan José Paso, Antonio Luis Beruti, entre otros, para resolver los pasos a seguir del virreinato, decidiendo unánimemente presentarse ante el virrey Cisneros, exigiéndole la convocatoria a un Cabildo Abierto.

El Cabildo Abierto del 22 de mayo marcó el final definitivo del mandato de Cisneros.

Se convocó a 450 invitados, de los cuales asistieron sólo 251. Se considera al Cabildo Abierto como un foro donde se expusieron grandes principios teóricos, pero en realidad, trató una cuestión muy concreta: que era la de quién debía ser legalmente el nuevo gobernante.

La votación final dejó su nombramiento en manos del Cabildo porteño.

El 23 de mayo, luego del recuento de votos correspondiente, se obtuvo como resultado la victoria para la fórmula Saavedra – Castelli, dejando en claro que el virrey Cisneros debía dejar su puesto.

El 24 de mayo, en una nueva sesión del Cabildo, a propuesta del síndico Leyva, se conforma una nueva Junta, que debía mantenerse hasta la llegada de los diputados del resto del virreinato. Esta nueva Junta estaba integrada por:

  • Presidente y comandante de armas: Baltasar Hidalgo de Cisneros
  • Vocales: Cornelio Saavedra (criollo), Juan José Castelli (criollo), Juan Nepomuceno Solá (español) y José Santo Incháurregui (español)

Dicha fórmula respondía a la propuesta del obispo Lué y Riega de mantener al virrey en el poder con algunos asociados o adjuntos, a pesar de que en el Cabildo abierto la misma hubiera sido derrotada en las elecciones.

Los cabildantes consideraban que de esta forma se contendrían las amenazas de revolución que tenían lugar en la sociedad.

Los comandantes de los cuerpos armados dieron su conformidad para la nueva Junta, incluyendo a Saavedra y a Pedro Andrés García.

Cuando esta noticia fue dada a conocer, tanto el pueblo como las milicias se agitaron y la Plaza Mayor (actual Plaza de Mayo) fue invadida por una multitud comandada por French y Beruti. La permanencia de Cisneros en el poder, aunque fuera con un cargo diferente al de virrey, era vista como una burla a la voluntad del Cabildo Abierto.

Por esta razón, hubo una gran discusión en la casa de Rodríguez Peña, en donde se llegó a dudar de que lado se encontraba Saavedra. Castelli, por su parte se comprometió a intervenir para que el pueblo fuera consultado nuevamente, y entre Mariano Moreno, Matías Irigoyen y Feliciano Chiclana, tranquilizaron a los militares y al pueblo reunido en la Plaza.

Como consecuencia de la discusión, una delegación encabezada por Castelli y Saavedra se presentó en la residencia de Cisneros, informándole el estado de agitación popular y la sublevación de las tropas, demandándole su inmediata renuncia y así lograron, aunque de forma verbal, su respectiva dimisión.

Al mismo tiempo, un grupo de patriotas se acercaron hasta la casa del síndico Leyva, reclamándole que se convocara nuevamente al pueblo, y pese a su resistencia, finalmente accedió a hacerlo.

El 25 de mayo amaneció con lluvia y una gran multitud comenzó a llenar la Plaza Mayor, liderados por French y Beruti, reclamaban la anulación de la resolución del día anterior, la renuncia definitiva del virrey Cisneros y la creación de una Junta de Gobierno.

Ante las demoras en emitirse una resolución, la gente comenzó a gritar a viva voz: “¡El pueblo quiere saber de que se trata!”

El Cabildo inició su sesión por la mañana y reclamó que la agitación popular fuera reprimida por la fuerza. Para esto se convocó a los principales comandantes, pero éstos no obedecieron las órdenes impartidas. Varios, entre ellos, Saavedra, no se presentaron; los que sí lo hicieron afirmaron que no sólo no podrían sostener al gobierno si no tampoco a sí mismos, y que en caso de intentar reprimir las manifestaciones serían desobedecidos.

Cisneros seguía resistiéndose a renunciar, y tras mucho esfuerzo los capitulares lograron que ratificase y formalizase los términos de su renuncia, abandonando pretensiones de mantenerse en el gobierno. Esto, sin embargo, resultó insuficiente, y representantes de la multitud reunida en la plaza reclamaron que el pueblo reasumiera la autoridad delegada en el Cabildo Abierto del día 22, exigiendo la formación de una Junta. Además, se disponía el envío de una expedición de 500 hombres para auxiliar a las provincias interiores.

Pronto llegó a la sala capitular la renuncia de Cisneros, "prestándose á ello con la mayor generosidad y franqueza, resignado á mostrar el punto á que llega su consideración por la tranquilidad pública y precaución de mayores desórdenes". La composición de la Primera Junta surge de un escrito presentado por French y Beruti y respaldado por un gran número de firmas. Sin embargo, no hay una posición unánime entre los historiadores sobre la autoría de dicho escrito. Algunos como Vicente Fidel López sostienen que fue exclusivamente producto de la iniciativa popular. Para otros, como el historiador Miguel Ángel Scenna, lo más probable es que la lista haya sido el resultado de una negociación entre tres partidos, que habrían ubicado a tres candidatos cada uno: los carlotistas, los juntistas o alzaguistas, y el "partido miliciano". Belgrano, Castelli y Paso eran carlotistas. Los partidarios de Álzaga eran Moreno, Matheu y Larrea. No hay duda de que Saavedra y Azcuénaga representaban al poder de las milicias formadas durante las invasiones inglesas; en el caso de Alberti, esta pertenencia es más problemática.

Los capitulares salieron al balcón para presentar directamente a la ratificación del pueblo la petición formulada. Pero, dado lo avanzada de la hora y el estado del tiempo, la cantidad de gente en la plaza había disminuido, cosa que Leiva adujo para ridiculizar la pretensión de la diputación de hablar en nombre del pueblo. Esto colmó la paciencia de los pocos que se hallaban en la plaza bajo la llovizna. A partir de ese momento (dice el acta del Cabildo),

...se oyen entre aquellos las voces de que si hasta entonces se había procedido con prudencia porque la ciudad no experimentase desastres, sería ya preciso echar mano a los medios de violencia; que las gentes, por ser hora inoportuna, se habían retirado a sus casas; que se tocase la campana de Cabildo, y que el pueblo se congregase en aquel lugar para satisfacción del Ayuntamiento; y que si por falta del badajo no se hacía uso de la campana, mandarían ellos tocar generala, y que se abriesen los cuarteles, en cuyo caso sufriría la ciudad lo que hasta entonces se había procurado evitar.

Cabe señalar que el badajo de la campana del cabildo había sido mandado retirar por el virrey Santiago de Liniers tras la Asonada de Álzaga de 1809. Ante la perspectiva de violencias mayores, el petitorio fue leído en voz alta y ratificado por los asistentes. El reglamento que regiría a la Junta fue, a grandes rasgos, el mismo que se había propuesto para la Junta del 24, añadiendo que el Cabildo controlaría la actividad de los vocales y que la Junta nombraría reemplazantes en caso de producirse vacantes. La Primera Junta estaba compuesta de la siguiente manera:

Presidente

§ Cornelio Saavedra

Vocales

§ Dr. Manuel Alberti

§ Cnel. Miguel de Azcuénaga

§ Dr. Manuel Belgrano

§ Dr. Juan José Castelli

§ Domingo Matheu

§ Juan Larrea

Secretarios

§ Dr. Juan José Paso

§ Dr. Mariano Moreno

La Junta estaba conformada por representantes de diversos sectores de la sociedad: Saavedra y Azcuénaga eran militares, Belgrano, Castelli, Moreno y Paso eran abogados, Larrea y Matheu eran comerciantes, y Alberti era sacerdote.

Acto seguido, Saavedra habló a la muchedumbre reunida bajo la lluvia, y luego se trasladó al Fuerte entre salvas de artillería y toques de campana.